Big Data y seguros: la revolución que ya está en marcha
La revolución tecnológica del siglo XXI lo alcanza todo. Lo que antiguamente era un ecosistema de empresas y personas que operaban de forma independiente, sin importar su actividad, volumen o sector, ha dado pie a una sociedad en la que empresas y usuarios interactúan. En la industria aseguradora, hasta la fecha con un funcionamiento muy analógico y tradicional, el modelo Insurtech es la estela a seguir en lo que a digitalización se refiere, tanto en la formación de trabajadores como en los sistemas y herramientas que se utilizan. En ese contexto, Big Data y seguros caminan de la mano para hacer la transformación todavía más profunda y conseguir llegar hasta donde todavía nadie había llegado.
Durante décadas, en la industria de los seguros ha habido un nivel de reciprocidad muy bajo entre los clientes y las empresas que les prestaban los servicios por los que pagaban. A no ser que el asegurado tuviese un percance, o que la aseguradora requiriese algo de sus clientes, su única relación se escenificaba una sola vez al año: en el momento de renovar la póliza y abonar el importe correspondiente. Pero, con las herramientas y tecnologías disponibles hoy en día, todo ha cambiado: las gestiones son más ágiles, las barreras de comunicación han dejado de existir y el Big Data recopila información de la que todas las partes pueden beneficiarse.
Tradicionalmente, las compañías de seguros han sido receptoras de infinidad de datos de sus clientes: información personal, preferencias sobre productos, datos demográficos, vivienda, vehículos… Un volumen de información enorme al que, con las técnicas y herramientas tecnológicas que Big Data y seguros manejan hoy en día, puede sacársele un gran jugo en forma de conclusiones, especialmente desde la llegada de internet, con toda la generación de datos que supone su uso.
Ahora, las herramientas y análisis ayudan a encontrar los insights que las aseguradoras buscan y de los que los usuarios se benefician. El proceso de decisión es más eficiente para ambas partes: los clientes perciben la mejoría en procesos, gestiones y servicios, y las empresas siguen patrones lógicos basados en la experiencia y los datos, más allá de criterios subjetivos o arbitrarios.
Big Data y seguros: la unión hace la fuerza
Este estudio de la información en busca de patrones y conclusiones de utilidad es, en definitiva, una vía para que las empresas conozcan más a los usuarios. Y, con ello, ofrecer un servicio mejor.
- Buenos precios. Cuando una aseguradora sabe que tiene un buen cliente, y los datos de los que dispone así se lo indican, puede disponer de un margen para ajustar los precios y tener así una oferta más atractiva.
- Clientes fidelizados. Esos buenos precios y condiciones particulares a los buenos clientes se traducen, a medio plazo, en un aumento de la fidelización. Cuando un cliente se siente bien tratado, no ve motivos para cambiar.
- Lucha contra el fraude. Además de poder saber quiénes son buenos clientes y poder bonificarles por ello, con los datos es posible detectar qué usuarios hacen un mal uso de los servicios y ventajas que se les prestan. Especialmente, para aquellos que buscan, mediante la mala praxis, obtener algo que no les corresponde.
- Predicción de riesgos. Uno de los principales usos de los datos es extraer los patrones que permitan predecir riesgos a partir de los datos históricos recopilados. El big data puede servir para prevenir situaciones negativas tanto a compañías como a usuarios.
- Productos personalizados. Tener tanta información de los usuarios implica que las compañías puedan adaptar sus ofertas a las exigencias y necesidades de cada cliente, dejando de lado las soluciones estándar que, al categorizar a los usuarios en grupos, dejan fuera los intereses individuales.
Avances prácticos
Las herramientas de big data reportan a las compañías multitud de ventajas en el manejo de la información respecto a empresas que todavía no caminen por esa vía. La información no son meras bases de datos, sino valiosas pistas sobre sus propios usuarios, sus necesidades y de qué forma poder ofrecerles productos y servicios acordes con lo que buscan. Una información de calidad y un buen tratamiento de la misma permite la hipersegmentación de las acciones llevadas a cabo, lo que se traduce en más resultados con menos recursos destinados.
Los datos son, en definitiva, materia prima para el trabajo diario de las aseguradoras. Y utilizar técnicas de Big Data ayuda tanto a las empresas que desarrollan su trabajo diariamente en el sector de los seguros como a todo el conjunto de usuarios que reciben estos beneficios.